Un programa “transparente”

Omar Gutiérrez vuelve por Canal 5 y con escenografía de vidrio

El regreso de Omar a la televisión diaria, sigue demorado. Su vuelta estaba programada para el día de ayer y finalmente se postergó para mañana. “El Flaco” anduvo días atrás por la “Feria del Libro” como invitado especial del ciclo radial de María Inés Obaldía: “De 10 a 12”. Allí adelantó detalles de su esperado regreso por Canal 5.

Por Diego Sebastián Maga
Si bien se lo espera con ansiedad en la pantalla de Canal 5, por ahora sólo lo pudimos ver en sus envíos de los sábados por el 4 (“Agitando… una más”) y el pasado viernes, en la “Carpa de las Comunicaciones” de la “Cuarta Feria del Libro de San José”.
Omar Gutiérrez fue el invitado especial del ciclo radial matutino de María Inés Obaldía el pasado viernes. La periodista montevideana lo entrevistó en su programa “De 10 a 12” (Radio Uruguay) en un clima distendido, con buen humor, mateada y detalles de su retorno a la televisión diaria. Una vuelta que –según las últimas informaciones- sigue demorada. El regreso de “El Flaco” con “Igualito (no es lo mismo)” estaba programado –originalmente- para el día de ayer pero finalmente se postergó para mañana.
La puesta al aire del sucesor de “De igual a igual” estaba prevista para el pasado lunes a las 15:00 horas; sin embargo, problemas con la escenografía (muy peculiar, por cierto) impidieron que el programa saliera en tiempo y forma.
“Igualito” irá de lunes a viernes y durará 60 minutos. En esta franja horaria, el conductor y productor maragato estará compitiendo con “Esta Boca es Mía”, el “talk show” de Victoria Rodríguez que emite Canal 12.



La caja de vidrio

La emisión, que comenzará luego de "Buscadores", tendrá varias novedades respecto a lo que viene presentando en la señal de “Montecarlo”. La primera es que se emitirá desde las instalaciones de TNU y con vista a la calle. Dentro de un estudio que fue definido como una “gran caja de vidrio”. Una idea inédita para la televisión uruguaya.
Días atrás, entrevistado por el ciclo del 5, “Buscadores”, Omar jugó con esta puesta escénica vidriada y declaró con humor: “vamos a ser el programa más transparente de la televisión uruguaya”.

A las carcajadas

Entrando en los contenidos humorísticos y como lo adelantáramos en anteriores ediciones, “Igualito” tendrá una sección protagonizada por Carlos Barceló. El director de los humoristas “Sociedad Anónima”, estará interpretando a uno de los entrañables “Gauchos Patones” que en esta oportunidad –y en sintonía con estos tiempos electorales- oficiará de “politólogo”.
Entre las bajas, respecto a anteriores temporadas, se cuenta la de otro maragato: Mariano Pagliari, quien se desempeñó en otras ocasiones como “movilero”.

Programa: “Igualito (no es lo mismo)”
Canal: 5 TNU
Día: De Lunes a Viernes
Hora: 15:00

Scagni y Piñeyro: ¿enemigos íntimos?

Tras años de “guerra mediática” se amigaron y salen juntos por “FM Principal”

Los conozco a ambos. Trabajé con ambos. Soy amigo de uno. Conocido del otro. Soy periodista como uno. Nunca jugué en Primera División como el otro. En radio, los escuché a los dos. Por tanto, asistí como oyente al “fuego cruzado” que se tiraron por años desde “Emisora Principal” a “Radio 41” y viceversa.


Por Diego Sebastián Maga
En semanas, Ricardo y Mario, Piñeyro y Scagni, “Caio” y “Mariolo”, van a convivir (el primero relatando y el otro comentando) en el equipo radial de “Fútbol Principal” (107.9 de FM). Justamente ellos, que protagonizaron un duelo mediático y dialéctico cuya agresividad fue en ascenso hasta distanciarlos cada vez más. Por eso es que me asalta la misma duda que a muchos: ¿cómo puede ser que se hayan juntado después de tirarse con “munición gruesa” durante tanto tiempo e insistir en ubicarse en la “vereda contraria”? Actualmente, pueden existir dos opciones: o “firmaron la paz” o quieren llevar “la guerra” a un mismo campo de batalla.
Naturalmente, trabajar con alguien no exige mantener una amistad profunda ni siquiera leve. Ahora bien, cuando estas personas, durante tanto tiempo, vivieron en polos opuestos y apuntaron al otro con desconfianza y acidez, la gran incógnita es ¿cómo reconciliar lo irreconciliable? Bueno, partamos de la base de que la distancia más corta entre dos personas es la comunicación. Aunque claro, ¿cuánto tienen que haber hablado dos tipos con semejante incompatibilidad de caracteres?
Probablemente, se hayan sentado, rebobinado y quitado tensión a la conflictiva relación. O, quién sabe, quizás alguno decidió abandonar su “trinchera” y pasar a la de enfrente para declarar el “cese del fuego”. De ser así: ¿quién de los dos se mudó de bando? Eso lo veremos cuando estén al aire. Roguemos, tras tantos años de “guerra mediática”, que gane el bando del “periodismo”.
A mitad de año, entrevisté a Ricardo cuando su pase a “Fútbol Principal” era inminente (luego se frustró) y le confesé la duda que da origen a este polémico reencuentro: “¿cómo es posible que un periodista conviva con un ex jugador que repite que para opinar de fútbol tenés que haberlo jugado? ¿Esto no contradice tus principios?” Ricardo me respondió: “Mario dice eso, pero no lo piensa”. Menos mal, reflexioné en aquel entonces con alivio…
Si es así, como me aseguró Ricardo, veo que “Mariolo” perdió el tiempo interpretando a un personaje que nada tenía que ver con su “verdadera personalidad” para caer simpático a los jugadores o a los técnicos o quién sabe a quién. Y tal vez el “verdadero” Mario esté arrepentido de todo cuanto dijo y coincida más con la idea de salir al aire y decir “mi opinión es…” antes que decir “yo que jugué al fútbol digo…”. Claro, esto en caso de que Piñeyro esté en lo cierto. De lo contrario, Ricardo y Mario van a tener mucho que discutir para ponerse de acuerdo o convencer al otro de que está completamente equivocado. Y –según quien gane la disputa ideológica- tendremos a Piñeyro empezando a entrenar en un equipo de “Primera División” para ponerse al día con sus “nuevos ideales” o tendremos a Scagni tomando al “periodismo deportivo” como una disciplina que no necesariamente exige haber jugado a la pelota para hablar sino -como toda rama del periodismo- exige “ser periodista”. Ni más ni menos que eso: ¡ser periodista! Esto implica: ser curioso, investigar, estar bien informado, saber comunicar y debatir ideas con altura. Sinceramente, rara vez escuché a un periodista que cubre policiales exigir a los demás que para opinar del asunto hay que ser policía o a quien cubre la “sección política” reclamar que quien opina de la materia tiene que ser edil, diputado o senador.
Otra posibilidad es que los dos continúen tan irreconciliables como siempre y no hagan más que acercar su “eterno debate ideológico” para llevarlo delante de un mismo micrófono. Y estén dispuestos a “no” perder coherencia con su pasado y a discrepar con la misma intensidad de antes, solo que –esta vez- “cara a cara”.
Eso sí, confieso que no me los imagino reconciliándose con “Friend to be friends” de “Queen” sonando de fondo. Abrazándose en “cámara lenta” como en el final de los capítulos de la vieja serie “Amigos son los amigos”. Esto es poco probable. Aparte, todos saben que los actores “Carlín” Calvo y Pablo Rago ¡nunca jugaron al fútbol y mucho menos hicieron periodismo!
Ahora, solo queda abrir los oídos y esperar a que ellos abran la boca para ratificar o rectificar sus pasados radiales y periodísticos. Lo concreto es que “Caio” y “Mariolo” están ahí. Aún no sé si juntos o entreverados. Pero ahí están. Reconciliando sus pareceres. Amigando sus ideas. O, definitivamente, más enfrentados (y cerca) que nunca.
Igual, tampoco da para ser tan alarmistas, la política maragata viene avalando las “asombrosas reconciliaciones” entre “enemigos íntimos”. Y los programas de chismes argentinos ofrecen un menú televisivo que tiene su atractivo esencial en las “sangrientas guerras verbales” y las “amables reconciliaciones en cámara”. Por eso, nadie se va a indignar o espantar por esto. Y menos si Mario y Ricardo –pese a sus declaradas antipatías- ahora sienten la suficiente comodidad y cordialidad como para formar dupla de comentarista y relator.
Después de todo, en este mundo, nada es permanente. Ni lo bueno ni lo malo. Ni los amores ni los odios. Y muchos menos, las opiniones… Por eso, voy dejando por acá, no sea cosa que me arrepienta de todo lo que escribí, cambie de opinión y tenga que escribir todo de nuevo…

Omar Gutiérrez se pone “Colorado”

El conductor cuenta la historia de ¿uno de los personajes televisivos del año?

Probablemente, si les adelanto que el disparador de la nota es Luis Alberto Mulnedharer, ustedes pregunten “¡¿y quién es ese?!”. Ahora bien, si agrego a este dato preliminar que este personaje lleva por apodo “El Colorado”, seguramente comiencen a sospechar que me estoy refiriendo a una de las caras más famosas de la tele nacional.

Por Diego Sebastián Maga
Y, justamente, a él nos vamos a referir. Acaso, ¿hay alguna cara que lo supere en popularidad?... ¿Verdad que no? Más allá de eso, su historia es un enigma. Si bien, verlo en la televisión uruguaya es un clásico indiscutido, su vida fuera de la pantalla es un misterio. Precisamente, el misterio que intentaremos descifrar a continuación. Porque no solo de fantasmas, “lobizones” y contactos extraterrestres está hecho el imaginario colectivo.
Sea por tradición oral o escrita, la humanidad –desde tiempos inmemoriales- viene acumulando una serie de mitos, a cual de todos más asombroso. Así pues, estas leyendas –aún hoy- siguen sorprendiendo; desafiando la razón; despertando la curiosidad. El último eslabón en esta larga cadena de inexplicables acontecimientos –más cerca de lo que creemos y control remoto de por medio- es la aparición de “El Colorado” en la tele.
Del noventa a esta parte, la imagen de “El Colo” alcanzó proporciones míticas y lo que es más sorprendente: sin emitir una palabra. Para algunos, su figura tiene el porte enigmático de una “leyenda urbana”. Para otros, es un “mito viviente”. Sea cual sea el calificativo que amerite, lo cierto es que cuanto más lo vemos en televisión menos sabemos sobre él. Su persistente misterio todavía no fue aclarado. Y muchas preguntas continúan sin respuesta.
¿Quién es “El Colorado”? ¿De dónde viene este enigmático ser que vive en la pantalla chica? ¿Es de este planeta? ¿Tal vez un superhéroe vestido de civil? ¿“El Colorado” es real o es una alucinación colectiva producto de tanta adicción a la televisión? ¿Cómo es posible que salga cada vez en más programas? ¿Será el dueño encubierto de varios canales? ¿Es un amuleto para algunos conductores televisivos? ¿Omar Gutiérrez y Marcelo Tinelli deben sus picos de “rating” a su presencia en la tribuna de “De Igual a Igual” y “Show Match”?
Ante semejante carga de dudas, quizás la palabra más autorizada para echar luz sobre el tema es la de Omar Gutiérrez.
“El Flaco” es quien intenta explicar un fenómeno mediático que parece no tener explicación (si quieren agregar suspenso y adrenalina a la lectura de la entrevista pueden conseguir la banda sonora de “Los Archivos X” y ponerla al mango en el equipo de audio… ¡¿Qué?!... Bueno, era una sugerencia… Tampoco se pongan así… ¡que carácter, che!).

¿”El Colorado” es tu amuleto de la buena suerte?
“No, “El Colorado” forma parte del inventario del canal (4).”

¿No será el dueño encubierto del Canal 4?
“¡Ah, capaz que es nomás!... Que algún colorado tiene que haber en el canal te lo doy por asegurado. Eso sí es cierto.”

¿Pero la historia de “El Colorado” con la tele, empieza con “De Igual a Igual” o viene de antes? ¿De dónde llegó? ¿Cómo fue a parar ahí?
“Mirá, te cuento: “El Colorado” es de Playa Pascual (San José) y creo que al poquito tiempo de que el canal (4) comenzó a salir al aire, él empezó a ir.”

O sea que tiene muchísimos más años que vos en el 4…
“Sí… El otro día, incluso, un veterano del canal –que ya se jubiló- nos comentó como fue que empezó a ir.”

¿A ver?
“Su primer día fue así: Alonso –el de “Los Viajes”- tenía un programa…”

¿Julio?
“Exactamente. Julio Alonso -hace años- tenía un programa en Canal 4 y creo que la primera emisión del ciclo fue un sábado a las 3 de la tarde. Por aquel tiempo, los estudios estaban en 18 de julio y Eduardo Acevedo Díaz, cerca de la Universidad. Entonces, vos sabés que ese día “El Colorado” se aparece ¡a las 9 de la mañana!... Por aquella época era joven y todo.” (Sonríe)

Otro misterio: ¿qué edad tiene?
“Ahora debe andar por los 47 años, más o menos… Pero te sigo el cuento del programa de Alonso. Resulta que el tipo va a las 9 de la mañana a la puerta del canal y se queda ahí esperando. Y como la telefonista era medio “botona” llama a un guardia de seguridad para que lo retire y le dice: “mirá, hay uno parado ahí afuera hace rato; ese “colorado” que está en la entrada”. Entonces, el muchacho este se arrima y lo encara: “¿buen día, que anda haciendo por acá?” Y “El Colorado” le dice: “vengo al programa de Alonso”. Y el otro le responde: “pero mire que ese programa es a las 3 de la tarde… ¿por qué mejor no se va a dar una vuelta por ahí y viene a la hora que empieza? Porque me pidieron que le dijera que no puede estar acá.” Así que “El Colorado” se va… ¡y a las once y media vuelve!”

Insistente el hombre…
“Si. Y al verlo ahí, el guardia de seguridad se apiadó y convenció a la telefonista que lo dejara pasar para que -al menos- esperara sentado a que arrancara el programa de Alonso.”

Y ahí se quedó a vivir…
Sí, si… Me parece que ahí se quedó a vivir.” (Risas)

¡Andá a cantarle a Tinelli!

“Cantando por un sueño”: Alvarito Navia vuelve a la tele argentina

Combinando dos de sus especialidades –la música y el humor- dio vida al personaje más popular de su carrera: “Waldo”. Ahora, repitiendo la fórmula, intentará recuperar el espacio que ganó en otro tiempo y con el mismo tipo que le abrió las puertas de la tele argentina: Marcelo Tinelli. Sí, ese muchacho que con tal de ganar un punto de rating es capaz de resucitar a un cadáver mediático como el “Teto” Medina. No hay dudas: Dios existe y produce milagros ilimitados.

Por Diego Sebastián Maga
El humorista maragato Álvaro Navia, aprovechando el plan de reciclaje que bendijo recientemente al “inútil con referencias” de Marcelo “Teto” Medina (el universo a veces tiene una generosidad incalculable), a Pablo Granados y a José María Listortti (todos ex “Video Match”), está a punto de intentar recuperar el espacio de popularidad que ganó en la tele de otro tiempo. Reincidiendo con el personaje que lo llevó a la fama en la Argentina (y le valió una nominación a los Premios “Martín Fierro” por “Mejor Labor Humorística”) volverá en breve para competir en el concurso televisivo de “Cantando por un sueño”. Combinando sus especialidades (la música y el humorismo), nuevamente va a estar a las órdenes del hombre que le abrió las puertas de la televisión en la vecina orilla: Marcelo Hugo Tinelli (padre de la nueva “Tetomanía”).
En este regreso, va a competir con gente como Matías Alé (cuya profesión es ser “sombra de Graciela Alfano”) e Iliana Calabró (que de actriz tiene poco pero de cantante todavía menos). Cabe recordar, que, meses atrás, La Calabró llegó a San José para presentarse junto al propio Navia en la obra “revisteril” que éste último produjo para el verano en Mar del Plata. En el espectáculo, traído al Teatro, se incluía un sketch en que el golpe humorístico lo daba la ridiculización de las facultades vocales de la hija de Johny Tolengo (lo que se hereda no se roba, dicen). Supongo que no cantará esa de: “Que alegría… / Que alegría… / Ole, ole, ola. / Vamos flaco todavía / que estás para ganar.”
Según el cronograma estipulado por la Productora “Ideas del Sur” y Canal 13, este segmento de “Show Match” (que más que segmento es un programa dentro del programa) estaría al aire en septiembre. Claro, la guerra salvaje por el rating desatada al otro lado del río (y que cada día nos contagia más) puede implicar cambios de un segundo a otro –según cierren o no las matemáticas- y retrazar o adelantar su emisión. Tal cosa, ocurrió con “Patinando por un sueño”, que habiendo sido anunciado para mayo quedó congelado por unos meses. Y hasta tanto la gente no se pudra de que “le den con un caño” no sale del “freezer”.

Historia en Movimiento: más que mil palabras

Si en verdad “una imagen vale más que mil palabras”, cabe deducir que una secuencia perfectamente puede narrar una historia... En movimiento... En la que tengamos mucho que ver. Porque no todo pasado es pisado. Hay un pasado filmado y fotografiado que podemos rescatar.

Por Diego Sebastián Maga
Un ejercicio visual y narrativo que sirve para configurar la memoria colectiva. Que como todo registro que se descuida, tiende a desvanecer. “Historia en Movimiento” es un ciclo televisivo que se mueve, constantemente, entre fotografía y cinematografía, blanco y negro y color, pasado y presente. Un vaivén temporal en el que retroceder y avanzar es el recurso para comprender mejor lo vivido, reinterpretar el presente y –por qué no- intuir el futuro. Este nuevo ciclo, de marcado corte documental e investigativo, recoge y selecciona la historia fílmica de unos 60 años (de la década del veinte al ochenta) con el fin de que el “tiempo recuperado” prevalezca sobre el “tiempo perdido”. Para que el recuerdo eclipse al olvido.
El estreno de “Historia...”, en la televisión por cable de San José, se producirá mañana a las 22 horas por Canal 9 de Consorcio Cable Visión. El material que se pondrá al aire narra la historia de este rincón del mapa desde el poder de la imagen pero sin excluir el poder de la palabra (cada capítulo presenta nuevos narradores). Ésta es la vía estética y argumental elegida por el equipo técnico de “Los Filmadores” (Homero Pugliese, Daniel Bravo y Alejandro Miranda).
“Historia…” va al rescate de un archivo cinematográfico y fotográfico que es recopilado, procesado y devuelto en un formato visual ágil y didáctico. El círculo se cierra con el aporte de personalidades de la cultura actual que son los guías orales de lo que se ve. El programa sigue la huella (entre noticieros, documentales, películas y animaciones) de cineastas como Juan Chabalgoity y Luis Pugliese (maragatos que son considerados pioneros del cine uruguayo).
A continuación, la cinta entra a correr y Homero “Ato” Pugliese junto a Alejandro Miranda le ponen a la charla luz, cámara y acción...

Al leer su proyecto se me vino a la cabeza el cineasta estadounidense Martin Scorcese, que fundó un instituto que se dedica a rescatar y restaurar las cintas originales de clásicos del cine con el fin de evitar que los grandes estudios de Hollywood se sigan deshaciendo de ellas, ¿cómo se explican que en vez de conservar una obra de arte la destruyan?
Homero Pugliese: “Seguro, porque la industria cinematográfica –sobre todo la norteamericana- se rige por un sistema férreamente profesional, basado en normas como los contratos a término; llegando al extremo de perder material original de gran valor –ya sea desde lo testimonial o como obra de arte- al ordenar su destrucción por el vencimiento de un contrato con los estudios o los productores o quienes quedaron a cargo de la película.”

E incluso, se extravían o eliminan películas por ignorancia: un buen día hay limpieza en un estudio de filmación y termina en el tacho de basura porque eso que para algunos es una creación superior, para otros es un rollo de cinta que ocupa demasiado lugar y junta polvo…
HP: “Ese es todo un tema. Y a propósito de lo que vos comentabas de Martin Scorcese, te puedo decir que –en idéntica línea- la hija de Buster Keaton tuvo que encargarse personalmente de recuperar todas las películas que filmó su padre: un cómico de la época de cine mudo…”

Un capo cómico contemporáneo de Charles Chaplin…
HP: “Y de Harold Lloyd, entre otros. Y, como te decía, este material que se recuperó de Keaton sirvió para que las películas se volvieran a editar en los ochenta y los noventa y que las nuevas generaciones no se quedaran sin conocerlo.”

¿La preservación del cine antiguo puede definirse como una carrera entre el tiempo pasado y las nuevas tecnologías?
HP: “Es que la tecnología va avanzando y uno tiene que ir llevando todo ese material al requerimiento tecnológico de su tiempo, porque si dejás una película dormida en un formato, con el paso de los años, corrés el riesgo de que no haya un aparato capaz de reproducirlo.”

Es decir que, en materia cinematográfica, supervivencia equivale a transferencia de formatos…
HP: “Justamente, por eso es que hemos estado permanentemente en ese trajín de ir transfiriendo primero de cine a video y luego a formato digital.”

¿Y a veces, la ausencia de instituciones que se dediquen a la preservación de cintas, no empuja a la gente que posee filmaciones valiosas a deshacerse de ellas por no disponer de recursos o de interés para conservarlas en buen estado?
HP
: “Es verdad.”

O sea que no hay a donde dirigirse ni donde asesorarse en esos casos…
Alejandro Miranda
: “Si, eso es muy cierto. Cuantos hay en sus casas que pueden tener en el baúl algunas cintas de video guardadas y no saben, ni siquiera, que tienen grabadas. Y al no tener donde llevarlas, se quedan por ahí y se terminan perdiendo. Y suele pasar que, si bien sus contenidos son de carácter familiar o doméstico, vistas en perspectiva, adquieren un valor histórico porque llevan impresas detalles de una época puntual. Y eso es lo que intentamos subrayar en las imágenes de nuestro programa: las costumbres, las vestimentas o los vehículos de entonces?.

En síntesis: historia pura…
AM: “Es historia, claro.”

¿Y ahora, ustedes pueden funcionar como ese espacio de recepción de filmes de todo aquel que no sabe muy bien que hacer con él o como evitar su deterioro?
HP
: “Es que, precisamente, el otro objetivo del ciclo es la recuperación de filmaciones que puedan andar dispersas y sin que se les preste atención. Desde ya, nosotros estamos dispuestos a recibirlas, transferirlas digitalmente y, desde luego, respaldarlas para que el propietario se quede con una copia. Porque acá no se trata de hacer un monopolio y acopiar o quedar con la exclusiva.”

¿Ya registran algún hallazgo que sea producto de la cesión material de gente que los llamó al enterarse que andaban en esto?
HP: “Semanas atrás fuimos a lo de Margarita Soria, ex titular de “Impulso Publicidad” que nos cedió el material de Edgardo Lalane (1934-2004: publicista y cineasta, nacido en Colonia, que se radicó en San José), y nos dice: “tengo una sorpresa para ustedes”. Y ahí mismo nos trajo un VHS que tenía un corto filmado por un equipo que se compuso de gente como Julio Benedet, Omar Gutiérrez, Luis Bellini –un muchacho que reside en Ecuador- y Ricardo Tornesi. Todos ellos salidos de un movimiento “cine club” que hubo en los años sesenta y que se formó a raíz de un cursillo dictado por Luis Pugliese, mi padre. Y lo surgido de esa experiencia es este cortometraje experimental inédito, de 3 o 4 minutos (grabado originalmente en 16 milímetros), que llegó a nuestras manos y es bastante interesante.”

¿Qué sitio ocupa en la filmografía maragata la película “El Detector” que protagonizó Hugo “Facha” Ruiz?
HP: “Vendría a ser el emblema del ciclo porque es el primer largometraje realizado en el interior del país, en el año 1960. Fue dirigido por Luis Pugliese con la participación de el “Facha” Ruiz, el “Polo” Ismael Mascheroni, Rodolfo Amengual, el “Pato” Pedreira, entre otros. Muchachada joven de aquellos años que se plegó a la movida del cine. Una película cuyo rodaje y producción llevó casi un año. Y se dice que “El Detector” es el trabajo más logrado en materia de ficción, por su guionado y la realización técnica.”

¿Qué crees que produce en el espectador el ver una producción cinematográfica como esta?
HP: “Por ejemplo, para las generaciones más jóvenes tiene el valor de ver a un abuelo o a un padre actuando en una película hecha acá. Por eso no tengo problemas en ceder copias a todo aquel que me las pide.”

Cuando escucho esto, una pregunta que me viene a la mente es ¿cómo es posible que 40 años atrás se filmara una ficción, con las limitaciones técnicas o los elementos precarios de los que se disponía, y hoy por hoy, con la tecnología al alcance de muchos, esto de realizar una película sea aún menos común que en aquellos tiempos?
AM: “Evidentemente. Y sobre eso te puedo comentar que (Luis) Pugliese fue el creador de un montón de maquinarias artesanales para hacer posible toda su producción cinematográfica. Y teniendo en cuenta esto, es que el proyecto de “Historia en Movimiento”, incluye un concurso de cortos.”

Entonces, la lógica de la convocatoria debe ser: si antes se podía, ¿ahora por qué no?
AM: “Claro, si antes se podía filmar con todas las carencias que existían, actualmente –con la abundancia de tecnología que hay- tiene que ser todavía más posible. Y, en ese caso, supongo que debe haber alguien que tenga necesidad de mostrar sus videos.”

La idea es darle un sentido de utilidad a esa “abundancia tecnológica”, ¿no?
HP: “Ahora hay una sobreoferta tecnológica y tenemos que hacer algo con eso.”

Vida y obra

Por Daniel Bravo
“En la bibliografía existente sobre historia del cine uruguayo, se menciona a Luis Pugliese Sánchez (1921–1988) solamente como el realizador de “El Detector”, único largometraje cinematográfico producido y realizado en el interior del país. Este dato, que no es poco, es sin embargo, una pequeña parte de la labor cinematográfica de este maragato y quizá no la más importante.
Pugliese toma contacto con el “hacer cine” ya desde su niñez, a través de Juan Chabalgoity; fotógrafo y pionero que le precedió, autor de los únicos noticieros cinematográficos producidos y realizados en el interior del país con una cierta continuidad, entre los años 1924 y 1927 por su “San José Films”.
Sus primeros intentos de realización datan de 1952, filmando el Primer Cabildo Abierto Ruralista llevado a cabo ese año, en un breve documento mudo de 8 minutos. Desde ese momento, seguirá produciendo películas por casi 20 años. Y lo hará de manera bastante excepcional, al menos por dos motivos.
El primero; por el total de su producción y variedad de estilos que transita: documental, ficción, animación con marionetas, publicidad. Completó la cantidad de por lo menos doce documentales y noticieros, algunos junto a Chabalgoity, cinco animaciones con marionetas, consideradas como de las más logradas de la época y un largometraje de ficción. Además de varios ensayos, registros y un segundo largometraje inconcluso. Debemos considerar que hasta el advenimiento del video, muy pocos realizadores uruguayos igualaron o superaron este volumen de producción. Dejó también unos cincuenta guiones cinematográficos escritos.
El segundo; por la manera en que realizó su obra. Inventor desde la adolescencia, a poco de empezar a filmar, construyó su propia infraestructura técnica, precaria y limitada, pero increíblemente funcional. Necesitaba la autosuficiencia, porque procesar el material fílmico era caro y complicado; no deteniéndose ante ese detalle, lo hizo relativamente barato y sencillo, llegando incluso a procesar película color. Solamente en contadas ocasiones recurrió a laboratorios profesionales, dejando azorado - de paso - a más de un experimentado técnico al mostrar sus logros
Pugliese no tuvo formación técnica ni académica, era autodidacta, como todos los cineastas uruguayos de la época, pero con una natural vocación por el cine, que lo llevó a nutrirse de toda la literatura relacionada con el tema que estuviera a su alcance.
Independientemente de la valoración crítica de su obra, es claro en la misma un afán creativo, que partiendo de una primera etapa de registro documental, heredada de Chabalgoity, va afirmando un discurso cinematográfico sólido y diversificado, sin pretensiones formales, pero eficaz en su objetivo: la claridad del lenguaje y del mensaje (...) Pugliese no fue, sin embargo, un solitario. A partir de sus comienzos junto a Juan Chabalgoity, paulatinamente se vio rodeado de colaboradores y entusiastas que al igual que el, o con el, deseaban transitar por la misma experiencia. Contando con el apoyo de Ariel Chabalgoity, luego de Mario Pugliese y el músico Victor Santurio, hace sus primeros documentales y sus cortos con marionetas. En 1960 se forma el grupo de producción “La Pantalla” que arroja como resultado “El Detector”. Desde ese momento queda integrado, entre otros, Edgardo Lalane, que inmediatamente ensayaría una experiencia documental y realizaría sus propios noticieros en 1963 (…) A partir de 1963 contó con la estrecha colaboración de Ninel Plada, su mano derecha, con el que hizo sus últimos trabajos hasta 1973, cuando el quiebre institucional que sufrió el país obligó a cancelar la filmación de “Los Malnacidos”, el que hubiera sido su segundo largometraje (…) A poco de su desaparición física, las películas de Pugliese fueron depositadas para su conservación en la propia Cinemateca, también se pueden ver algunas de sus máquinas en el Museo del Cine de la mencionada institución.”

El Detector: una historia de película
Primer film amateur de largometraje realizado en el interior del país en 1960. En aquel tiempo, su director, Luis Pugliese, definió su argumento así: “Dos marginados encuentran un libro misterioso que les enseña a manejar un poder fantástico, con el cual detectan e presente y el futuro. De esta manera conquistan bienestar e influencias en una sociedad que hasta hace poco los había desechado. Pero al enamorarse el protagonista, pierde la virtud y con ello se ven reducidos a su estado primitivo. En el género de la comedia o mejor del melodrama, transcurre esta parábola cuyo tema sería que la felicidad completa no existe”.
Filmada en 16 milímetros B&N. De sonido magnético. Con una duración de 62 minutos. Libro, guión y dirección de Luis Pugliese. Fotografía de Rogelio Pertuso y Edgardo Lalane. Música de Víctor Santurio y Rodolfo Amengual. Sonido de Julio Brin. Escenario y maquillaje de Dante Cola. Producción de Grupo Cinematográfico “La Pantalla”. E interpretada por Hugo “Facha” Ruiz, “Polo” Mascheroni, Celia Brancia, Rodolfo Amengual, Carlos Parri, Rogelio Pertuso y otros.

La tele se vuelve a poner Chancha

"Pizza a Carballo”: Julio Vázquez regresa para escribir y actuar en un ciclo humorístico

En tiempos en que la “nona” vive al borde del ataque –entre las palabras, palabritas y palabrotas de los “Grandes Hermanos” y los excesos de caños y la poca ropita de los que se desnudan “por un sueño”- llega una noticia que, más que calmarla, puede provocarle el julepe de su vida: la tele uruguaya se pone más “Chancha” que nunca.

Por Diego Sebastián Maga
Entre tanto “descontrol remoto”, lo mejor es retirar a la nona de la tele. ¡Es por su bien, doña! Yo sé lo que le digo. ¡Deje de insultar y revolear el bastón que le va a dar algo!... ¡Juicio!... Además, no es conveniente que gaste energía por lo que vio sino que la reserve para lo que está por ver: de aquí en más, la tele uruguaya se pone más “Chancha” que nunca. Así que ahora sí tiene razones para el julepe... El maragato Julio Vázquez vuelve a la televisión montevideana. Sí, ese mismo tipo que hoy en día a lo mejor se da vuelta si lo saludan por su nombre pero, con más seguridad, salude si lo llaman por su apodo: “Chancha”. Ese humorista que es autor intelectual y material –no de cualquier “chanchada”- sino de muchos de los tramos más graciosos del ochenta a esta parte. Es que Julio o “La Chancha” lleva más de veinte años entre delirios radiales, escritos, televisivos y carnavaleros pero siempre sin salirse del espacio que domina como pocos: el humor. Por todo ello, no es nada extraño que el nuevo ciclo humorístico uruguayo, que se emite desde el fin de semana pasado por Canal 4, lo haya llamado para integrarse al equipo creativo. Todos los sábados (de 22:00 a 24:00 horas), veremos a Vázquez o a “La Chancha” en otra aventura televisiva: “Pizza a Carballo”. Junto a nenes (especialmente, monstruos del carnaval) como Luis Alberto Carballo (uno de los capos cómicos del país que reincide en la conducción de un programa de televisión) y Horacio Rubino (uno de los mejores guionistas del Uruguay que vuelve a interpretar las criaturas que crea justo cuando, en la pantalla chica, se lo extrañaba bastante), regresa para acumular otra experiencia en un medio en el que no es un sapo de otro pozo: sus andanzas por programas como “De igual a igual” o “Dale con todo” lo demuestran. Si bien en la primera emisión, se limitó a ser “la voz en off”, desde este sábado va a pasar a tener el doble rol, escribiendo los guiones –junto a Rubino- e interpretando los delirantes personajes y escenas que surjan de esa sociedad creativa.
Y a esta altura, si bien dicen que “Dios no quiere cosas chanchas”, que “La Chancha” esté en la tele no es un pecado y menos si de humor se trata.

Programa: “Pizza a Carballo”
Canal: 4
Día: sábado
Horario: 22:00 a 24:00
Elenco: Luis Alberto Carballo, Horacio Rubino y Julio Vázquez


Las porciones de Pizza
El programa intenta convertirse en el plato especial de la noche del sábado. Con porciones humeantes (que se cocinan en el momento) e ingredientes clásicos que se toman de diversos ciclos nacionales y extranjeros. “Pizza a Carballo” no inventa nada pero intenta combinar los mejores sabores que están disponibles hoy por hoy en el menú de la tele. Por lo que se pudo ver en la primera entrega, “Pizza...” busca copar una interesantísima franja horaria con una propuesta distendida, con mucho de interacción con los espectadores (hay juegos y premios con llamados telefónicos al aire), exprimiendo así el hecho de que sea “en vivo”, con el pasaje de alguna nena que hace el papel de secretaria “inocentona” (viejo y querido recurso –para deleite del público masculino- de presentar bebotas que están –tal cual dijo el poeta- “¡como cadenazo en los dientes!”), con algunos sketchs grabados (hay uno muy gracioso que consiste en repetir una escena de una comedia extranjera con los precarios medios de la industria televisiva uruguaya), una sección para burlarse de las “faranduleces”, y la presencia en el piso de personajes como el impresentable productor Galimberti (encarnado por Horacio Rubino):

Galimberti: “¿Usted no me pidió que para este primer programa trajera a Jaime Roos y a Rúben Rada?”
Carballo: “Sí, efectivamente, es lo que le pedí.”
Galimberti: “Bueno, entonces le voy a ahorrar un problema.”
Carballo: “Genial, no lo puedo creer: ¡¿me trajo a Jaime y a Rada para que canten juntos?!
Galimberti: “No, no; al final no se los traje.”
Carballo: “Eh, ¡¿cómo que no me los consiguió?!”
Galimberti: “Es que Jaime Roos y Rada están peleados.”
Carballo: “¿Y?”
Galimberti: “Y bueno, yo no le dije que le iba a ahorrar un problema.”

El péndulo de vuelta en el aire

A sí es, el programa “El Péndulo” comienza su temporada 2oo7 en CCV Canal 9 (de San José) este viernes 8 de junio. Como ya nos tiene acostumbrado, es un programa a puro rock desde lo local pasando por lo nacional hasta lo internacional. La conducción está a cargo de Diego Travieso y la producción general a cargo de Rómulo Acosta Damiano. El programa va todos los viernes a las 23 horas…así que los la cita está…


ir al sitio del Péndulo