Si en verdad “una imagen vale más que mil palabras”, cabe deducir que una secuencia perfectamente puede narrar una historia... En movimiento... En la que tengamos mucho que ver. Porque no todo pasado es pisado. Hay un pasado filmado y fotografiado que podemos rescatar.
Por Diego Sebastián Maga
Un ejercicio visual y narrativo que sirve para configurar la memoria colectiva. Que como todo registro que se descuida, tiende a desvanecer. “Historia en Movimiento” es un ciclo televisivo que se mueve, constantemente, entre fotografía y cinematografía, blanco y negro y color, pasado y presente. Un vaivén temporal en el que retroceder y avanzar es el recurso para comprender mejor lo vivido, reinterpretar el presente y –por qué no- intuir el futuro. Este nuevo ciclo, de marcado corte documental e investigativo, recoge y selecciona la historia fílmica de unos 60 años (de la década del veinte al ochenta) con el fin de que el “tiempo recuperado” prevalezca sobre el “tiempo perdido”. Para que el recuerdo eclipse al olvido.
El estreno de “Historia...”, en la televisión por cable de San José, se producirá mañana a las 22 horas por Canal 9 de Consorcio Cable Visión. El material que se pondrá al aire narra la historia de este rincón del mapa desde el poder de la imagen pero sin excluir el poder de la palabra (cada capítulo presenta nuevos narradores). Ésta es la vía estética y argumental elegida por el equipo técnico de “Los Filmadores” (Homero Pugliese, Daniel Bravo y Alejandro Miranda).
“Historia…” va al rescate de un archivo cinematográfico y fotográfico que es recopilado, procesado y devuelto en un formato visual ágil y didáctico. El círculo se cierra con el aporte de personalidades de la cultura actual que son los guías orales de lo que se ve. El programa sigue la huella (entre noticieros, documentales, películas y animaciones) de cineastas como Juan Chabalgoity y Luis Pugliese (maragatos que son considerados pioneros del cine uruguayo).
A continuación, la cinta entra a correr y Homero “Ato” Pugliese junto a Alejandro Miranda le ponen a la charla luz, cámara y acción...
Al leer su proyecto se me vino a la cabeza el cineasta estadounidense Martin Scorcese, que fundó un instituto que se dedica a rescatar y restaurar las cintas originales de clásicos del cine con el fin de evitar que los grandes estudios de Hollywood se sigan deshaciendo de ellas, ¿cómo se explican que en vez de conservar una obra de arte la destruyan?
Homero Pugliese: “Seguro, porque la industria cinematográfica –sobre todo la norteamericana- se rige por un sistema férreamente profesional, basado en normas como los contratos a término; llegando al extremo de perder material original de gran valor –ya sea desde lo testimonial o como obra de arte- al ordenar su destrucción por el vencimiento de un contrato con los estudios o los productores o quienes quedaron a cargo de la película.”
E incluso, se extravían o eliminan películas por ignorancia: un buen día hay limpieza en un estudio de filmación y termina en el tacho de basura porque eso que para algunos es una creación superior, para otros es un rollo de cinta que ocupa demasiado lugar y junta polvo…
HP: “Ese es todo un tema. Y a propósito de lo que vos comentabas de Martin Scorcese, te puedo decir que –en idéntica línea- la hija de Buster Keaton tuvo que encargarse personalmente de recuperar todas las películas que filmó su padre: un cómico de la época de cine mudo…”
Un capo cómico contemporáneo de Charles Chaplin…
HP: “Y de Harold Lloyd, entre otros. Y, como te decía, este material que se recuperó de Keaton sirvió para que las películas se volvieran a editar en los ochenta y los noventa y que las nuevas generaciones no se quedaran sin conocerlo.”
¿La preservación del cine antiguo puede definirse como una carrera entre el tiempo pasado y las nuevas tecnologías?
HP: “Es que la tecnología va avanzando y uno tiene que ir llevando todo ese material al requerimiento tecnológico de su tiempo, porque si dejás una película dormida en un formato, con el paso de los años, corrés el riesgo de que no haya un aparato capaz de reproducirlo.”
Es decir que, en materia cinematográfica, supervivencia equivale a transferencia de formatos…
HP: “Justamente, por eso es que hemos estado permanentemente en ese trajín de ir transfiriendo primero de cine a video y luego a formato digital.”
¿Y a veces, la ausencia de instituciones que se dediquen a la preservación de cintas, no empuja a la gente que posee filmaciones valiosas a deshacerse de ellas por no disponer de recursos o de interés para conservarlas en buen estado?
HP: “Es verdad.”
O sea que no hay a donde dirigirse ni donde asesorarse en esos casos…
Alejandro Miranda: “Si, eso es muy cierto. Cuantos hay en sus casas que pueden tener en el baúl algunas cintas de video guardadas y no saben, ni siquiera, que tienen grabadas. Y al no tener donde llevarlas, se quedan por ahí y se terminan perdiendo. Y suele pasar que, si bien sus contenidos son de carácter familiar o doméstico, vistas en perspectiva, adquieren un valor histórico porque llevan impresas detalles de una época puntual. Y eso es lo que intentamos subrayar en las imágenes de nuestro programa: las costumbres, las vestimentas o los vehículos de entonces?.
En síntesis: historia pura…
AM: “Es historia, claro.”
¿Y ahora, ustedes pueden funcionar como ese espacio de recepción de filmes de todo aquel que no sabe muy bien que hacer con él o como evitar su deterioro?
HP: “Es que, precisamente, el otro objetivo del ciclo es la recuperación de filmaciones que puedan andar dispersas y sin que se les preste atención. Desde ya, nosotros estamos dispuestos a recibirlas, transferirlas digitalmente y, desde luego, respaldarlas para que el propietario se quede con una copia. Porque acá no se trata de hacer un monopolio y acopiar o quedar con la exclusiva.”
¿Ya registran algún hallazgo que sea producto de la cesión material de gente que los llamó al enterarse que andaban en esto?
HP: “Semanas atrás fuimos a lo de Margarita Soria, ex titular de “Impulso Publicidad” que nos cedió el material de Edgardo Lalane (1934-2004: publicista y cineasta, nacido en Colonia, que se radicó en San José), y nos dice: “tengo una sorpresa para ustedes”. Y ahí mismo nos trajo un VHS que tenía un corto filmado por un equipo que se compuso de gente como Julio Benedet, Omar Gutiérrez, Luis Bellini –un muchacho que reside en Ecuador- y Ricardo Tornesi. Todos ellos salidos de un movimiento “cine club” que hubo en los años sesenta y que se formó a raíz de un cursillo dictado por Luis Pugliese, mi padre. Y lo surgido de esa experiencia es este cortometraje experimental inédito, de 3 o 4 minutos (grabado originalmente en 16 milímetros), que llegó a nuestras manos y es bastante interesante.”
¿Qué sitio ocupa en la filmografía maragata la película “El Detector” que protagonizó Hugo “Facha” Ruiz?
HP: “Vendría a ser el emblema del ciclo porque es el primer largometraje realizado en el interior del país, en el año 1960. Fue dirigido por Luis Pugliese con la participación de el “Facha” Ruiz, el “Polo” Ismael Mascheroni, Rodolfo Amengual, el “Pato” Pedreira, entre otros. Muchachada joven de aquellos años que se plegó a la movida del cine. Una película cuyo rodaje y producción llevó casi un año. Y se dice que “El Detector” es el trabajo más logrado en materia de ficción, por su guionado y la realización técnica.”
¿Qué crees que produce en el espectador el ver una producción cinematográfica como esta?
HP: “Por ejemplo, para las generaciones más jóvenes tiene el valor de ver a un abuelo o a un padre actuando en una película hecha acá. Por eso no tengo problemas en ceder copias a todo aquel que me las pide.”
Cuando escucho esto, una pregunta que me viene a la mente es ¿cómo es posible que 40 años atrás se filmara una ficción, con las limitaciones técnicas o los elementos precarios de los que se disponía, y hoy por hoy, con la tecnología al alcance de muchos, esto de realizar una película sea aún menos común que en aquellos tiempos?
AM: “Evidentemente. Y sobre eso te puedo comentar que (Luis) Pugliese fue el creador de un montón de maquinarias artesanales para hacer posible toda su producción cinematográfica. Y teniendo en cuenta esto, es que el proyecto de “Historia en Movimiento”, incluye un concurso de cortos.”
Entonces, la lógica de la convocatoria debe ser: si antes se podía, ¿ahora por qué no?
AM: “Claro, si antes se podía filmar con todas las carencias que existían, actualmente –con la abundancia de tecnología que hay- tiene que ser todavía más posible. Y, en ese caso, supongo que debe haber alguien que tenga necesidad de mostrar sus videos.”
La idea es darle un sentido de utilidad a esa “abundancia tecnológica”, ¿no?
HP: “Ahora hay una sobreoferta tecnológica y tenemos que hacer algo con eso.”
Vida y obra
Por Daniel Bravo
“En la bibliografía existente sobre historia del cine uruguayo, se menciona a Luis Pugliese Sánchez (1921–1988) solamente como el realizador de “El Detector”, único largometraje cinematográfico producido y realizado en el interior del país. Este dato, que no es poco, es sin embargo, una pequeña parte de la labor cinematográfica de este maragato y quizá no la más importante.
Pugliese toma contacto con el “hacer cine” ya desde su niñez, a través de Juan Chabalgoity; fotógrafo y pionero que le precedió, autor de los únicos noticieros cinematográficos producidos y realizados en el interior del país con una cierta continuidad, entre los años 1924 y 1927 por su “San José Films”.
Sus primeros intentos de realización datan de 1952, filmando el Primer Cabildo Abierto Ruralista llevado a cabo ese año, en un breve documento mudo de 8 minutos. Desde ese momento, seguirá produciendo películas por casi 20 años. Y lo hará de manera bastante excepcional, al menos por dos motivos.
El primero; por el total de su producción y variedad de estilos que transita: documental, ficción, animación con marionetas, publicidad. Completó la cantidad de por lo menos doce documentales y noticieros, algunos junto a Chabalgoity, cinco animaciones con marionetas, consideradas como de las más logradas de la época y un largometraje de ficción. Además de varios ensayos, registros y un segundo largometraje inconcluso. Debemos considerar que hasta el advenimiento del video, muy pocos realizadores uruguayos igualaron o superaron este volumen de producción. Dejó también unos cincuenta guiones cinematográficos escritos.
El segundo; por la manera en que realizó su obra. Inventor desde la adolescencia, a poco de empezar a filmar, construyó su propia infraestructura técnica, precaria y limitada, pero increíblemente funcional. Necesitaba la autosuficiencia, porque procesar el material fílmico era caro y complicado; no deteniéndose ante ese detalle, lo hizo relativamente barato y sencillo, llegando incluso a procesar película color. Solamente en contadas ocasiones recurrió a laboratorios profesionales, dejando azorado - de paso - a más de un experimentado técnico al mostrar sus logros
Pugliese no tuvo formación técnica ni académica, era autodidacta, como todos los cineastas uruguayos de la época, pero con una natural vocación por el cine, que lo llevó a nutrirse de toda la literatura relacionada con el tema que estuviera a su alcance.
Independientemente de la valoración crítica de su obra, es claro en la misma un afán creativo, que partiendo de una primera etapa de registro documental, heredada de Chabalgoity, va afirmando un discurso cinematográfico sólido y diversificado, sin pretensiones formales, pero eficaz en su objetivo: la claridad del lenguaje y del mensaje (...) Pugliese no fue, sin embargo, un solitario. A partir de sus comienzos junto a Juan Chabalgoity, paulatinamente se vio rodeado de colaboradores y entusiastas que al igual que el, o con el, deseaban transitar por la misma experiencia. Contando con el apoyo de Ariel Chabalgoity, luego de Mario Pugliese y el músico Victor Santurio, hace sus primeros documentales y sus cortos con marionetas. En 1960 se forma el grupo de producción “La Pantalla” que arroja como resultado “El Detector”. Desde ese momento queda integrado, entre otros, Edgardo Lalane, que inmediatamente ensayaría una experiencia documental y realizaría sus propios noticieros en 1963 (…) A partir de 1963 contó con la estrecha colaboración de Ninel Plada, su mano derecha, con el que hizo sus últimos trabajos hasta 1973, cuando el quiebre institucional que sufrió el país obligó a cancelar la filmación de “Los Malnacidos”, el que hubiera sido su segundo largometraje (…) A poco de su desaparición física, las películas de Pugliese fueron depositadas para su conservación en la propia Cinemateca, también se pueden ver algunas de sus máquinas en el Museo del Cine de la mencionada institución.”
El Detector: una historia de película
Primer film amateur de largometraje realizado en el interior del país en 1960. En aquel tiempo, su director, Luis Pugliese, definió su argumento así: “Dos marginados encuentran un libro misterioso que les enseña a manejar un poder fantástico, con el cual detectan e presente y el futuro. De esta manera conquistan bienestar e influencias en una sociedad que hasta hace poco los había desechado. Pero al enamorarse el protagonista, pierde la virtud y con ello se ven reducidos a su estado primitivo. En el género de la comedia o mejor del melodrama, transcurre esta parábola cuyo tema sería que la felicidad completa no existe”.
Filmada en 16 milímetros B&N. De sonido magnético. Con una duración de 62 minutos. Libro, guión y dirección de Luis Pugliese. Fotografía de Rogelio Pertuso y Edgardo Lalane. Música de Víctor Santurio y Rodolfo Amengual. Sonido de Julio Brin. Escenario y maquillaje de Dante Cola. Producción de Grupo Cinematográfico “La Pantalla”. E interpretada por Hugo “Facha” Ruiz, “Polo” Mascheroni, Celia Brancia, Rodolfo Amengual, Carlos Parri, Rogelio Pertuso y otros.